La Savia de la Vida.
La vida es una sustancia que se deriva del Cosmos
integrado, que de forma sistemática libera las chispas esenciales para que se
cristalicen en el reino correspondiente, evidenciando la vida en los diferentes
estados de la materia durante el recorrido por la existencia, conforme con la
vibración interior que rige el nivel del ser particular de cada uno y el
despertar de la consciencia individual.
La misma es energética y se auxilia de la materia para
vislumbrar en la cuarta dimensión las diferentes formas creativas de la genética
divina, en ella se aprecia el colorido,
la melodía de los sonidos a través de los sentidos aun dormidos, se conecta con
lo exterior y al caer en la fascinación, se pierde la facultad de interacción con
los mundos internos, donde yace la fuente de energía. En la medida que prospera
el tiempo se da conexión que permite la
unión directa entre lo exterior y lo interior, esta es la razón fundamental por
la que se debe conocer la fuente divina y beber de ella, el elixir de la vida,
se debe estar consciente que existe una
relación directa entre el pensamiento y los eventos de la vida, si se tiene un alto nivel de pensamiento
armonioso y de alegría, se logra conquistar la paz interior.
La vida se sublimiza con las acciones altruistas. Cada vez que se extiende las manos para ayudar
a los demás seres vivos, se logra fortalecer la vida, se alimenta la gran
fuente, creando nuevas probabilidades que esperan en la potencialidad del
universo. Con palabras llenas de compresión y amor se enaltece la razón de existir y se puntualiza
el principio divino, dejando que Dios se cristalice en cada uno, fortificando
la relación interna de forma íntima con el creador.
¡Si, vivir es estar conectado a tu ser (Dios)
consciente que está vivo!, ¿Qué tiempo has vivido y que haz hecho con tu vida? Para esto sería importante comprender que
solo eres el conducto para que circule la savia de la sabiduría, el envase
donde germina la vida y el amor universal. Un instrumento para que se
cristalice la grandeza del perdón y se desarrolle la virtud divina en tu ser,
ya que cada uno está llamado a ser luz, para que pueda disipar sus propias
tinieblas, está llamado a liberar la conciencia y adquirir un alto nivel de moralidad, conduciendo el tren de su vida
fuera de los caminos egoicos.
Si tu ser te intuye
con un alto nivel de armonía con el cosmos, podrás ver disolverse la materia y
sentir la fuerza que une todo, aprenderás a existir en la realidad, te
conectaras con esa fuerza potenciadora que cura de forma integral los vehículos
internos que integran tu verdadero ser, empezaras a vivir como debió ser desde
un principio, libre de todo prejuicio, vibrara más allá del bien y el mal. Se
dará un cambio en tu sueño físico y
aprenderás mientras duerme, recordando cada mañana el encuentro con seres
superiores, que velan por la armonía del universo.
Limpia tu pensamiento invadido por el miedo, la
apatía, el desconocimiento de ti mismo, es hora de romper los esquemas que te
han castrado la voluntad, recupera tus fuerzas, revitaliza tu fuente de vida,
reconcíliate con tu creador y limpia
todo lo que debes limpiar, sin prisa, pero busca el momento oportuno para que te
encuentre con la vida y deje que tu mente se libere del oprobio al que tú, la atado
involuntariamente.
Cuida tu cuerpo, tú eres el administrador del capital
de vida, tú eliges como vivir la vida, recuerda que eres la obra del creador de
forma micro-cósmica lleva impregnado los
códigos que marcan el origen de tu mundo, eres una fiel efigie en potencia del
creador del universo evolutivo. La jerarquía divina está en permanente vigía
por tu bienestar, gírate y sentirás su presencia.
En este dictamen el 30 de marzo, 2019, tuve la
experiencia consciente de un viaje a otra dimensión paralela mientras dormía,
allí estaban varias personas que me ataban a mis orígenes en una zona rural, frente
a una casa que ya no existe, de repente, estalla algo fuerte, como si fuera una
explosión, desprendiéndose de una gigantesca nube de la cual caen diversos
objetos, uno se acerca hasta mí, forjado en oro, con una base circular la
agarro y detrás está la madre divina la cual me habla, ore ante ella, luego
aparece Jeshua, quien nos acompaña e interactúa con los presentes, cuando miro
al cielo estaba toda una jerarquía divina velando por cada uno de los que
estaban en el lugar. No cabe dudas, estamos acompañados de seres superiores que
velan pos nosotros. Continuara…
Escrito por
Marcial Figuereo Rosado
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