Universidad Autónoma de Santo Domingo
Ensayo
Literario
Vida literaria
de Aída
Cartagena Portalatín en el género poético.
Autor
Dr. Marcial Figuereo Rosado
Trabajo
final de la asignatura
Las Corrientes Poéticas en la Republica dominicana en
el Siglo XX
Maestro
Pablo Henríquez
San Juan de la
Maguana, R.D.
29 de Septiembre,
2019
Ensayo Literario
Vida literaria de
Aída Cartagena Portalatín.
Introducción
El 18 de junio de 1918, nace en la ciudad de Moca, Aída Cartagena Portalatín, escoltada
de la potencialidad literaria de su época, se desarrolló en la literatura como poeta,
narradora, ensayista, dejando su impronta como una gran historiadora y
educadora, muere a los 76 años de edad, el 03 de junio de 1994 en la ciudad de
Santo Domingo. Militó en la
agrupación la Poesía Sorprendida que reunía a los poetas más elitistas del
país de los años 40 y 50. Dentro
sus aportes literarios se destacan los siguientes:
En el género Poesía, las
más destacadas son:
•
Víspera del sueño. Santo Domingo: Ediciones de la
Poesía Sorprendida, 1944.
•
Del sueño al mundo. Santo Domingo: Ediciones de la
Poesía Sorprendida, 1945.
•
Mi mundo el mar. Santo Domingo: Editora Stella, 1953.
•
Una mujer está sola. Santo Domingo: Editora Stella,
1955.
•
La voz desatada. Santo Domingo: Editora La Nación,
1962.
•
La tierra escrita. Santo Domingo: Editora Arte y Cine,
1967.
•
Yania tierra. Santo Domingo: Colección Montesinos,
1981.
•
En la casa del tiempo. Santo Domingo: Universidad
Autónoma de Santo Domingo, 1984.
•
Entre otras
Relato breve:
•
Tablero. Santo Domingo: Editora
Taller, 1978
Novela:
•
Escalera para Electra. Santo
Domingo: Universidad Autónoma de Santo Domingo, 1970.
•
La tarde en que murió Estefanía. Santo Domingo: Editora Taller, 1983.
Ensayo:
•
Danza, música e instrumentos de
los indios de la Española. Santo Domingo: Universidad Autónoma de Santo
Domingo, 1974.
Como se puede observar esta gran
mujer fue parte de un grupo literario denominado Poesía Sorprendida, que como
destellos dejaron que su alma se desnudara para atacar desde el silencio con el
ímpetu y la gallardía de la intelectualidad a una tiranía que abrumaba a la
población Dominicana, produjeron una poesía que le daba al hombre el carácter
universal, saliendo de los límites de la localidad para poner en alto los
valores y las virtudes enmarcada en la profesionalidad de los más grandes de la época
capaces de mover sus plumas trazando líneas imborrables nutridas de una
producción de versos que pasaron a la inmortalidad para el disfrute de una
riqueza literaria de grandes ligas.[2]
Una pincelada de su vida.
Tarde, mañana y a mediodía clamo
por el ejercicio de pensar cómo piensan los justos». Así se presenta Aída Cartagena Portalatín
[1918-1994], una de las escritoras
dominicanas más influyentes y polifacéticas del siglo XX. Irreverente y comprometida, profesora
universitaria y gerente cultural, escritora y museógrafa, «La Cartagena» —como
se le conoce— impuso su presencia en el movimiento vanguardista dominicano y
produjo una vasta obra lírica, que incluso ha sido traducida al inglés, francés
y noruego. Si su predilección era la revelación del verso, también lo fue la
divulgación, la investigación y la edición de estudios especializados en el
área de la historia, la antropología y el arte caribeño. [3]
Ha sido Aída, quien ha dado con
su poesía equilibrio a este vacío del siglo, con un epígrafe de recuerdo, en
esta ciudad nostálgica y romántica que, a veces, muere indefectible y tímida,
sin presentimientos en una paradoja de desaliento.
Desarrollo
PARA LLEGAR AL RECUERDO DE AÍDA HACE FALTA UN REFUGIO, UNA TORMENTA DE
INOCENCIA, UN CAUCE DE RÍO. Hace veintiún años que Aída es presente, una
escritora al viento, un mapa imprevisible, transgresión del silencio, sobre
aviso de ternura, escondrijos de hojas secas, invención planeada con audacia
crítica, océano, luz, sinceridad aposentada en el descubrimiento de la
metáfora, sorpresa del asombro, fatigar la noche como presente y futuro de la
trascendencia, continuidad en el contrapunto mítico de la conocido sin
fugacidad o multifacéticas heredades.
Su mundo poetico se caracterizó por la siguiente producción:
VÍSPERA DEL SUEÑO (1944)
Desvelados Sentidos
Meditación
Sed del Dolor
Tarde en el Parque
Sangre sin Nombre
Sueño de Luna
Llanto de Llanto
Poema de Eternidad
De la Ausencia Tuya
Infancia en el Recuerdo
El Viento en el Amor
|
El Sol Sobre el Mundo
Poema de Tu Olvido
Verde La Tierra
Cauce Hondo
Poema de Tu Voz
Viento Entre las Hojas
Reencuentro del Alma y Mi Vida
El Mar
De la Vida y de la Muerte
Fiesta del regreso
Una Mujer está Sola
Cómo Llorar la Muerte de una Rosa
|
VÍSPERA DEL SUEÑO. Es un
poema que conecta al ser humano con cada momento de su existencia, que provoca
un éxtasis mental, donde se abriga tanto el amor como el dolor, donde aún el
llanto tiene su propio llanto, la soledad se desnuda, sin enlutar a la infancia
vestida del recuerdo, en la contemplación del sol que traza el camino de la
vida y la muerte, es sorprendente como en un solo poema se conjugan tantos
elementos que caracterizan la vida cotidiana en el día a día de cualquier ser
humano que esté conectado con la existencia misma del universo.[4]
No cabe duda que es una
producción bien trabajada, donde cada verso invita desde ímpetu de arrebato a
una profunda reflexión, donde l viento, el mar, la vida, la luna, la muerte, la
sangre y el amor convergen en el recorrido e cada línea que cautiva el
pensamiento.[5]
Víspera del Sueño es uno de los poemas publicado en la revista Poesía
Sorprendida, en 1944.
Del sueño al mundo
publicado en la revista Poesía Sorprendida, en 1945.
DEL SUEÑO AL MUNDO
Del sueño al mundo
Con un mundo
en los ojos
Que me ha dado
mi sueño
Con párpados
abiertos en las dalias que nacen
En las aguas
rendidas.[6]
Aquí se puede apreciar: Versos
que trascienden que tejen el sueño que abren el mundo, que todos llevamos
atados a nuestros ojos, al mundo que cada uno forjamos fruto de lo que se sueña
con los ojos abiertos subyugados a los preconceptos de lo que pensamos acerca
de nuestro propio mundo. [7]
Así pensaba Aida: “No creo que yo esté aquí demás. /Aquí hace
falta una mujer, y esa mujer soy yo. /No regreso hecha llanto. No quiero
conciliarme con los hechos de extraños. / Antiguamente tuve la inútil velada de
levantar las tejas para aplaudir los párrafos de la experiencia ajena
[…]”. Esta es la voz ceremonial de Aída, La Cartagena, la
admirable autora del Grupo de la Poesía Sorprendida, que tuvo el acierto de ser
ingeniosa, de enfatizar la lírica con una embestida de rebeldía, de metaforizar
el hecho estético con un sentido de trascendencia y una honda percepción de
expresión vanguardista.[8]
UNA MUJER ESTÁ SOLA (1955)
Una mujer está sola. Sola con su estatura.
Con los ojos abiertos. Con los brazos abiertos.
Con el corazón abierto como un silencio ancho.
Espera en la desesperada y desesperante noche sin perder la esperanza.
Piensa que está en el bajel almirante con la luz más triste de la
creación.
Ya hizo velas y se dejó llevar por el viento del Norte con la figura
acelerada ante los ojos del amor.
Una mujer está sola. Sujetando con sus sueños sus sueños, los sueños
que le restan y todo el cielo de Antillas.
|
Seria y
callada frente al mundo que es una piedra humana, móvil, a la deriva, perdido
el sentido de la palabra propia, de su palabra inútil.
Una
mujer está sola. Piensa que ahora todo es nada
y nadie
dice nada de la fiesta o el luto de la sangre que salta, de la sangre que
corre, de la sangre que gesta o muere en la muerte.
Nadie
se adelanta ofreciéndole un traje para vestir una voz que desnuda solloza
deletreándose.
Una
mujer está sola. Siente, y su verdad se ahoga en pensamientos que traducen lo
hermoso de la rosa, de la estrella, del amor, del hombre y de Dios.
|
En este poema, como declara el reputado cuentista y crítico
literario José Alcántara, se encuentra con una voz “definida que dice sus
verdades con tremenda conciencia de su desamparo y soledad”, una voz que admite
por primera vez las limitaciones de su condición de mujer y sus limitaciones
políticas.
En este poema se pone
de manifestó la sensibilidad de la mujer ante su reclamo que está sola en el
barco de su amado o guía y con la
limitada y triste luz de la creación. Pero que su docilidad está ahí viva y
dejaría llevar o domar por el amor.
Una mujer está sola repercute
más allá de la misma soldad, ella siente
y lleva una verdad que se ahoga en cada
pensamiento vivo que se refleja en lo hermoso de una rosa, de una estrella, del
amor, del hombre y de Dios, así como siente el dolor y gesta en cada día la muerte que es lo único seguro en el camino
de la existencia.[9]
Socavando en los logros y aporte de Aída Cartagena
Portalatín [18 de junio, 1913-3 de junio, 1994]
Es la escritora dominicana del siglo XX de más amplia
referencia bibliográfica en los centros académicos de EE.UU., y de Europa, y en
los Departamentos de Literatura, Lenguas y Lingüísticas de prestigiosas
universidades. Constantemente su obra es objeto de estudio por investigadores
de literatura caribeña, y candidatos a tesis doctorales
La primera más amplia bibliografía en torno a la obra
de Aída se realizó en abril del 2000 a instancias de la Dra. Linda Rodríguez
Guglielmoni, de la Facultad de Artes y Ciencias, en la Universidad de Puerto
Rico, Recinto de Mayagüez, en ocasión de la 7th International Caribbean Women
Writers and Scholars Conference (Séptima Conferencia Internacional de Críticas
y Escritoras del Caribe) dedicada a Aída
Cartagena (República Dominicana), Loida Figueroa (Puerto Rico) y Lydia Cabrera
(Cuba). En la biblioteca del Recinto se hizo una exposición de sus libros, y
fotografías.
La presencia de Aída es notoria en la historiografía
literaria de Hispanoamérica. Su labor literaria se encuentra incluida en
exhaustivos catálogos bio bibliográficos de escritores y en diccionarios
biográficos. Ha sido traducida, esencialmente, al inglés, francés y noruego.
Su obra narrativa y poética siempre recobra
actualidad, y de manera significativa influye en el pensamiento y el movimiento
feminista. Ella marcó una tendencia en el proceso de aproximación a la
creatividad de la mujer. Su escritura no es el resultado de una escuela, sino
de su temperamento, de circunstancias y del clima político-histórico imperante
en la República Dominicana, donde vivió, desarrolló su obra, su estilo y
estética, evolucionando en el género novelístico hacia la experimentación.
Políticamente fue una voz opositora a la
dictadura de Trujillo, además, de ser una guía de los escritores dominicanos en
la clandestinidad. De ahí, la trascendencia de las publicaciones que
dirigía: Brigadas Dominicanas, Colección Baluarte,
y en la Junta de Dirección de La Isla Necesaria, y
posteriormente la Colección Montesinos. Perteneció a una
generación que abrió los caminos de la libertad, llamada la “generación de la
libertad”.[10]
LA TIERRA ESCRITA (1967)
Por
Aída Cartagena Portalatín
Fieles
a los tres esposos
En
la cárcel apresados
Volvían
de Puerto Plata.
Era
noche de noviembre
Allá
arriba en la montaña
Por
un camino al abismo
El
Tirano de la Muerte
Seguía
a las tres hermanas.
Junto
al dulce claro arroyo
Con
olor a junco y musgo
Sombras,
fantasmas, desvelos.
Sin
luz en aquel silencio
Fueron
inmoladas ellas
Sin
socorro, sin defensa
Cayeron
las tres hermanas
Para
levantarse luego.
|
En
un caballo de hierro
Viajó
esa noche la muerte
El
jinete era el Tirano.
¡Música,
tambor, bandera!
¡No
muere la libertad!
Levantadas
para siempre
Cayeron
mártires
Patria,
Minerva,
María
Teresa
Patria,
Minerva,
María
Teresa
Patria,
Minerva,
María
Teresa
Patria,
Minerva,
María
Teresa.
|
En este poema se desnuda el
sentimiento y valentía de tres heroínas del pueblo dominicano vilmente
asesinada por las manos del tirano, las cuales trascendieron después de su
muerte convirtiéndose en figuras internacionales. Aquí se demuestra que la
literatura a través de sus diferentes géneros puede incidir en una
transformación social, promover un ideal, guiar a una generación hacia un mundo
mejor, donde se condene al opresor y el
pueblo se libere de un discurso que lo oprima.[11]
YANIA TIERRA (1981)
Yania
Tierra. Se desarrolla como un poema grandioso en estilo y contenido al transcurrir
durante los siglos de la colonización y al situarse como homenaje a todas las
mujeres oprimidas y triunfantes durante todos los siglos. El personaje femenino
en el poema es a la vez histórico y contemporáneo, implica una lucha continua
de autoafirmación en su determinación de asumir el poder en el espacio poético.[12]
YANIA vomita
oro
Sangre
Azúcar
Sabe que la
historia comienza en Marién
Con un
cacique/luego dos/después todos/
Que los
Encomenderos/ Los Repartimientos
Los indios/ los
negros
Base de la
Tragedia Humana/ Llamada Civilización.
En su rol de observadora y protagonista principal Yania es
la mujer antillana, representando la nación dominicana. De hecho, el poema
recrea el camino de la conquista y la colonización pero en un espíritu poético modernizado
que permite una focalización crítica.
YANIA observa
Se levanta ingenios/ se penetra su vientre
Se lava oro
Para los reinos de Europa Occidental
En el espacio poético Yania va a poder asumir varias
formas, una de las cuales es la negra esclavizada, pero contradictoriamente, se
rechaza tal posibilidad al mismo tiempo que se la contempla como historia,
“Yania/Tierra/Esclava/ Jamás” . El lenguaje muestra a la mujer negra como fi
gura colonizada y explotada pero al mismo tiempo hace trascender su condición
al otorgarle un lugar en el discurso histórico.
Venden al abuelo y
al padre de
Teodora y Micaela
Ginés
Esclavas/ luego
libertas en
Santiago de los
Caballeros
Antes de 1580
residentes en Cuba
Las dos primeras
damas músicas en aquel territorio
MICAELA en La Habana
TEODORA en Oriente
Tocadoras de vihuela
y de bandola.
Yania Tierra, es un paseo critico por la historia, donde se
refleja al país y su realidad sociopolítica y como una nueva civilización incide en una transformación y a
la vez transculturación de una sociedad llegando hasta la extinción de la raza
nativa, desde la poesía conmueve al lector con una lírica enriquecida alzando
la figura de la mujer antillana, se hace notable como los colonizadores solo
buscaban riquezas para los reinos de Europa Occidental. [13]
Es indiscutible que Aida
Cartagena Portalatin, en su producción poética llego al más alto lugar en su
época y dejo todo un legado para las generaciones futuras, se caracterizó por
una composición que reflejaba el amor y la naturaleza en todo su esplendor,
tocando cada detalle que envuelve la vida desde lo más sencillo hasta lomas
sublime, emprendiendo un largo viaje de la forma más hermosas con la
combinación de aspectos culturales, históricos, que se conjugaron para dar a
luz una producción como Yania Tierra.[14]
EN LA CASA DEL TIEMPO (1984)
Fragmento (Mujeres
Trinitarias)
Mi ancha y niña patria
Para ti dejo en mi
testamento
Esa herencia de versos
Quise hacerte un árbol
con palomas
Símbolo del amor
Abandone la idea mi
triste –desgraciada- niña
Temí que cazadores en
Indias Occidentales
Mataran las
Palomas.
Oh mi niña –Patria-
Nuestra
Solo te dejo versos y
muchas
Negociaciones
Mujeres que caminan
Sobre ti en la noche
Oh mi niña –Patria-
Nuestra recostada de la noche.
En la casa del tiempo Aida Cartagena
Portalatin, destaca el rol de la mujer en conformación de la lucha
patriótica del pueblo dominicano, como fueron Manuela Diez,
Concepción Bona, María Trinidad Sánchez, al junto de valiosas mujeres que
lucharon junto a los trinitarios para lograr la independencia del pueblo
Dominicano. En sus hermosos versos recoge el rol de cada una como luchadora
llegando algunas de ellas a aportar su vida para que hoy seamos un país libre e
independiente.[15]
OTROS
POEMAS DE AIDA CARTAGENA PORTALATIN
DE LA AUSENCIA TUYA
Ausencia
tuya nunca ha estado sola:
tu recuerdo
es el pasaporte de mis viajes.
si tu
ausencia fuera la ausencia de los otros,
y te presintiera como estrella lejana, vacilante,
entonces, no sería tu ausencia la ausencia,
sería el dolor de la muerte.
y te presintiera como estrella lejana, vacilante,
entonces, no sería tu ausencia la ausencia,
sería el dolor de la muerte.
Tu palabra
fue más que una palabra
y te hice ídolo en mi templo en llamas,
donde estaremos hasta siempre... ¡la muerte!
y te hice ídolo en mi templo en llamas,
donde estaremos hasta siempre... ¡la muerte!
Si tu
ausencia no se hubiera eternizado,
como una luz
o una sombra,
yo no
estaría ausente.
En un
continuo viaje iría hacia ti,
persiguiendo
tu presencia.[16]
En el poema DE LA
AUSENCIA TUYA embriaga con versos como: Si tu ausencia no se hubiera eternizado. Te envuelve
en un éxtasis reflexivo que lleva a idealizar otras opciones que crearían un escenario
diferente, sino pasa eso, yo estaría
presente, estaría a tu lado, es un reclamo a la vez, si por lo menos me diera
una señal estaría persiguiendo tu presencia.
A veces en la vida nos ausentamos aun estando presente, pasa el tiempo y
no nos damos cuenta que nos habíamos marchado, alejándonos poco a poco de la
presencia que calienta el alma, nos perdemos en la monotonía, en la mecanicidad
y dejamos de mirarnos.[17]
SED DEL DOLOR
El llanto de
la tarde se apagó en la montaña
las palomas
del sueño se han herido en las alas
la infinita
ternura con que el olvido
acuna el
dolor
para hacerlo
olvidar
es una queja
vaga rezagada en la arena
donde el
dolor se abre
pero el agua
no llega.[18]
En el poema SED DEL
DOLOR predomina un estilo muy propio, marcado en una
sencillez dialéctica que enamora, con palabras que salen del alma, vistiéndose
de la naturaleza, donde alza su elocuencia con la paloma, con la montaña, la
arena, el dolor y el llanto bañado en la espera del agua que no llega.[19]
Trayectoria
de Aida Cartagena Portalatin
Se destacó
como poeta del grupo literario La Poesía Sorprendida. En 1944 publicó Víspera
del sueño, el primer cuaderno poético de ediciones del grupo en la Colección El
Desvelado Solitario. En 1945 fue publicada la monografía que escribió sobre el
pintor José Vela Zanetti.
Durante
varios años fue profesora de Historia del Arte e Historia de la Civilización en
la Universidad Autónoma de Santo Domingo y en la Escuela Nacional de Bellas
Artes. Dirigió el Museo de Antropología de la Universidad Autónoma de Santo
Domingo. Fue editora-propietaria de la Colección La Isla Necesaria, en cuyas
portadas fueron ilustradas con sus viñetas junto a las de Eugenio Fernández
Granell.
En 1955
publicó su obra Una mujer está sola que ha sido considerado uno de los libros
de poesía de mayor valor literario en el país escrito por una mujer. En 1962
publicó La voz desatada y La Tierra Escrita. En 1967 Elegías, texto de honda
preocupación por la libertad y el hombre.
Luego del
ajusticiamiento de Rafael Leonidas Trujillo Martínez, dirigió los cuadernos
literarios Brigadas Dominicanas de Cultura y la revista de la Facultad de
Humanidades de la Universidad Autónoma de Santo Domingo. En 1965 fue consejera
de la UNESCO en París. Publicó dos libros como resultado de las investigaciones
en el campo de la antropología:
Dos técnicas,
cerámicas indoantillanas.
Diagnóstico
de origen de los yacimientos de las Antillas Mayores, en el que aparecen
fotografías tomadas por ella entre 1963 y 1968, y Estudio Etnológico,
remanentes negros en el culto del Espíritu Santo de Villa Mella, en el cual
aparecieron sus fotografías de los instrumentos de percusión, de los bailes, de
los altares y de los Jefes de Los Congos.
Fue Encargada
del Departamento para Asuntos Latinoamericanos y presidió la Comisión de
Estudios de Arte y Restauración.
En 1969 su
novela Escalera para Electra fue finalista del Premio Biblioteca Breve
Editorial Seix Barral. En 1975 realizó una gira por algunos países africanos,
visitó la Universidad Loanium en Zaire, el Instituto de Estudios Afroamericanos
en Kinskasa, participó en el Festival de las Culturas Negroafricanas en Dakar y
en el Congreso de las Culturas Panafricanas en Nigeria.
A principios
de los años setenta crea la Colección Montesinos. En 1977 formó parte del
jurado de novela del Premio de Casa de las Américas. También escribió los
textos Danza, Música e instrumentos de los indios de La Española con
fotografías de su autoría y Culturas Africanas, Rebeldes con causa, publicado
en 1986.
Fue una de
las pocas escritoras que logró imponerse a fuerza de talento, trabajo y
personalidad en el medio literario dominicano predominantemente masculino de
mediados del siglo XX. En 1988 la crítica dominicana Daisy Cocco De Filippis
editó en la Colección Montesinos el texto From Desolation to compromise, A
Bilingual Anthology of the poetry of Aida Cartagena Portalatin compuesto por
una serie de poemas bilingüe.
Homenajes
En el año
2000 se realizó durante tres días la Séptima Conferencia de la Association of
Caribbean Women Writers and Scholars, Inc en la Universidad de Puerto Rico,
recinto de Mayagüez, la cual rindió homenaje a su obra.
En 2004 Letra
Gráfica puso en circulación la tercera edición de su novela experimental
Escalera para Electra, con un estudio de la doctora Linda M. Rodríguez Guglielmoni
de la Universidad de Puerto Rico en Mayagüez.
En 2005 la
Feria Internacional del Libro de Santo Domingo estuvo dedicada a su figura. En
2008 los familiares cercanos donaron a la Biblioteca Nacional documentos a
petición de la escritora.
Biografía pasiva.
Decenas de escritores han
tocado en sus escritos las obras de Aida Cartagena Portalatin, dentro de ellos
se pueden citar los siguientes trabajos:
Ø Acevedo, Modesto. “Aída Cartagena Portalatín: el ser, el signo y el tacto”, en
Libertad, creación e identidad. Santo Domingo: Universidad Autónoma de Santo
Domingo, 1991: 181-189.
Ø Acosta de Hess, Josefina. “La función de la intelectualidad en
Escalera para Electra." en Mujer y Sociedad en América (1990): 230.
Ø Adams, Clementina R. “Aída Cartagena Portalatín“, en Common
Threads: Afro-Hispanic Women’s Literature. Miami: Ediciones Universal, 1998:
161-171.
Ø Alcántara Almánzar, José. "Aída Cartagena Portalatín", en
Estudios de poesía dominicana. Santo Domingo: Editora Alfa y Omega, 1979:
279-185.
Ø Alcántara Almánzar, José. Dos siglos
de literatura dominicana (S. XIX-XX). Santo Domingo: Colección Sesquicentenario
de la Independencia Nacional, 1996: 131-142.
Ø Alvarez, Julia. "Doña
Aída, with Your Permission", en Something to Declare. New York: Algonquin Books, 1998.
Ø Amaro, Lesbia, ed. “Aída Cartagena Portalatín”, en Perfil
de la mujer dominicana ayer y hoy. Santo
Domingo: Universidad Autónoma de Santo Domingo, 1992: 96.
Ø Back, Michele. “En tiempo duro: The search and
Discovery of Territory in the life and work of Aida Cartagena Portalatín”. Lucero 6 (1995): 44-52.
Ø Bancay, Anne María. “Contemporary Women Poets
of the Dominican Republic: Perspectives on Race and Other Social Issues”. Afro-Hispanic Review 12:1 (Spring
1993): 34-41.
Ø Burgos, Fernando. Cuentos de
Hispanoamérica en el siglo XX. Tomo II. Madrid: Clásicos Castalia, 1997:
436-441.
Ø Cabrera, Fernando. “Aída Cartagena Portalatín” en De los
Santos, Danilo – Fernández Rocha, Carlos. Este lado del país llamado el norte.
Santo Domingo: Comisión Permanente de la Feria Nacional del Libro, 1998: 363.
Ø Cocco De Filippis, Daisy. "La praxis de Aída Cartagena
Portalatín o la preocupación por el vacío existencial", en Estudios
semióticos de poesía dominicana. Santo Domingo: Editora Taller, 1984: 133-135.
Ø Cocco De Filippis, Daisy, ed. “Aída Cartagena Portalatín: A Literary
Life”, en The Women of Hispaniola. New York: York College, 1993: 80-89.
Ø Cocco De Filippis, Daisy. “Aída Cartagena Portalatín”, en Para
que no se olviden: The lives of Women in Dominican History. New York: Ediciones
Alcance, 2000: 104-107.
Ø Cocco De Filippis, Daisy. Hilma
Contreras”, en Documents of Dessidence. New York: Cuny Dominican Studies
Institute, 2000: 95-103.
Ø Comarazami, Francisco. “La tarde en
que murió Estefanía", en Comentarios de libros dominicanos. San Pedro de
Macorís: Universidad Central del Este, 1985: 182-183.
Ø Cott de Ureña, Carmen. "La soledad del oficio: Aída Cartagena
Portalatín", en Sosa, José Rafael, ed. Mujer y literatura. Santo
Domingo: Universidad Autónoma de Santo Domingo, 1986: 29-37.
Ø Diccionario enciclopédico
dominicano. Vol. 1 Santo Domingo: Sociedad Editorial Dominicana, 1988: 96.
Ø Fenwick, M. J. “Aída Cartagena Portalatín”, en Writers of the Caribbean and
Central América. New York & London: Garland Publishing, 1992: 1250.
Ø Figueroa, Ramón. "Nacionalismo
y universalismo en Escalera para Electra”. Areíto 10:30 (1984): 41-43. | Gerón,
Cándido. Diccionario de autores dominicanos 1492-1994. 2da. ed. Santo Domingo:
Editora Colorscan, 1994: 146.
Ø Gutiérrez, Franklin. “Aída Cartagena Portalatín”, en
Antología histórica de la poesía dominicana del siglo XX. Puerto Rico:
Editorial de la Universidad de Puerto Rico, 1998: 173-183.
Ø Guzmán, Catherine. “Onomatology
in Aida Cartagena Portalatín‘s Fiction”. Literary Onomastics Studies. New York 10 (1983): 75-86.
Ø Herdeck, Donald E. “Aída Cartagena Portalatín”, en Caribbean Writers: A
Bio-bibliographical-Critical Encyclopedia. Washington, D. C.: Three Continental Press,
1979: 682.
Ø Incháustegui Cabral, Héctor. "Aída Cartagena Portalatín, Máximo
Avilés Blonda y Miguel Alfonseca", en Escritores y artistas
dominicanos. Santiago de los Caballeros: Universidad Católica Madre y Maestra,
1978: 143-146.
Ø Jovine, Federico. “Aída Cartagena”, en Sosa, José Rafael,
ed. Mujer y literatura. Santo Domingo: Universidad Autónoma de Santo Domingo,
1986: 21-27.
Ø Lagos, Ramiro. Voces femeninas del
mundo hispánico. Colombia: Centro de Estudios Poéticos Hispánicos, 1991:
305-306, 309. | Lantigua, José Rafael. “Aída
Cartagena Portalatín: una hormiguita boba de pie sobre la isla”. Ultima
Hora, 23 de mayo, 1987.
Ø Molina Morillo, Rafael.
Personalidades dominicanas 1988-1989. Santo Domingo: Molina Morillo &
Asociados, 1988: 104.
Ø Nacidit-Perdomo, Ylonka. “Aída Cartagena Portalatín, la voz
desatada”, en Catálogo de escritoras. Santo Domingo: Stanley Gráficas,
1999: 27-29.
Ø Prosdocimi de Rivera, María del
Carmen. “Con Escalera para Electra la
novela dominicana se afianza dentro de las últimas corrientes literarias de
América Latina”, en Presencias. Santo Domingo: Colección Banreservas, 1999:
35-38.
Ø Prosdocimi de Rivera, María del
Carmen. “Una novela de Aída Cartagena
Portalatín: La tarde en que murió Estefanía”, en Presencias. Santo Domingo:
Colección Banreservas, 1999: 189-192.
Ø Prosdocimi de Rivera, María del
Carmen. “La trayectoria de Aída
Cartagena Portalatín se desplaza del acento íntimo a la apertura”, en
Presencias. Santo Domingo: Colección Banreservas, 1999: 277-283.
Ø Olivier, Maritza “Aída Cartagena Portalatín”, en Cinco
siglos con la mujer dominicana. Santo Domingo: Amigo del Hogar, 1975: 75.
Ø Rosario Candelier, Bruno. "Aida Cartagena Portalatín: el
aporte narrativo de Escalera para Electra", en Valores de las letras dominicanas.
Santiago de los Caballeros: Universidad Católica Madre y Maestra, 1991:
269-277.
Ø Rosario Candelier, Bruno. "Swain o la observación creadora en
Aida Cartagena Portalatín", en Ensayos críticos. Santiago de los
Caballeros: Universidad Católica Madre y Maestra, 1982: 165-176.
Ø Rovira, Catherine. “The Art of Naming in the
Prose of Aída Cartagena Portalatín”, en Daisy Cocco De Filippis, ed. The Women
of Hispaniola. New York: York College, 1993: 90-113.
Ø Vicioso, Chiqui. "Aída Cartagena.
¿El exilio según Sam...?", en Mujer y literatura: homenaje a Aída Cartagena Portalatín. Santo
Domingo: Universidad Autónoma de Santo Domingo, 1986: 79-85.
Ø Vicioso, Chiqui. “Africa en la poesía de Aída Cartagena Portalatín. Listín Diario,
8 de abril, 2000.
Ø Zakrzeweski Brown, Isabel. La
dialéctica entre la modernidad y el nacionalismo en tres novelas dominicanas. (Aída Cartagena Portalatín, Pedro
Vergés y Marcio Veloz Maggiolo). Tesis doctoral. Emory University, 1991.[20]
Conclusión
Al estudiar a
Aida Cartagena Portalatin es concertase umbilicalmente con la cultura, con el
arte, con una literatura viva que lleva a la reflexión intima del ser
humano.
Fue una de las pocas escritoras dominicanas de la primera mitad del
siglo XX que logró levantar e imponer enérgicamente su voz en un medio
literario predominantemente masculino. Poemas suyos como "Estación en la
tierra", "Una mujer está sola" y "La casa" confirman
la soledad y la rebeldía que caracteriza la mayor parte de sus textos y
fortalecen, al mismo tiempo, el sentido social de una producción literaria que
en su conjunto aboga por situar a la mujer de su época en su justo espacio y
dimensión. Ha recibido grandes loores a su aporte y su reconocimiento de su
trabajo literario. Es la escritora dominicana más antologada y estudiada del
siglo XX.[21]
Conocer a la vida literaria de Aida
Cartagena P. es un grito que rompe con el silencio y nos pone a frente a la más
grande de su tiempo, mujer que fue capaz de conquistar el corazón de los
mejores de su época dejando una impronta literaria que la inmortalizara en el
tiempo, rompió con la opresión de una dictadura donde la voz no tenía voz,
llevando la calidad de su producción literaria al más alto nivel.
Sus poemas son un grito de arrebato
que rompe con la miopía y poca valoración en el campo intelectual a la mujer,
ella pone en alto a todas las mujeres del mundo, y crea un reto para la nuevas
generaciones que deseen dejar salir su estallido poético, embriago del amor
hacia la poesía como lo estuvo ella y quienes conformaron en movimiento de la
Poesía Sorprendida.
Referirse a Aida Cartagena P. es un
paseo maravilloso por el amor el mar, las montañas, el llanto, el dolor, la
ausencia, la brisa el viento, la historia y la cultura, es disfrutar de la
calidez de su lenguaje capaz de magnetizarnos con la ternura de sus palabras
que desnudan su soledad.[22]
Finalmente hago entrega de la siguiente producción creada
póstumamente a esa gran poeta Aida
Cartegena Portalatin.
Describo a Aida Cartagena Portalatin
con el siguiente acróstico:
Amor y entrega, silabeo poético sublime
Intimidad guardada, grito de soledad
Diosa entre las mujeres de la patria
Alma angustiada, en el llanto del llanto
Canción inmortal,
soledad callada;
Arrebato en las
pinceladas, deseo de ser amada
Reencuentro entre
la vida y la muerte
Tesoro del mar
cálido y tranquilo
Anhelo de la
naturaleza, el mar, la vid y las estrellas
Guerrillera
intelectual, alfarera de la pluma
Enamorada del amor,
la patria y el universo
Nacida en agua
embravecidas, navegante de la vida
Anfitriona del
universo, cuna de grandeza, canto de amor
Poeta, ensayista,
narradora, historiadora, gran educadora.
Ostentosa al
escribir, vestida de sencillez
lingüística
Rosa entre las
rosas, pétalos abiertos con el vuelo de las mariposas
Traje a la medida
del amor y el dolor, en ausencia viva la
Yania Tierra
Altruista en sus
palabras comprensión y pasión, silencio desvanecido
Loores a sus
aportes, reconocimientos fortuitos, bien merecidos
Antologada en
el pasado siglo, por quienes sus
trabajos han reconocido.
Tu palabra fue más que una palabra, desnudaron el alma
Intimo grito, en la
Tierra Grita, la historia se forja desde las entrañas
Nadie
como tu La Cartagena Inmortal, La Cartagena Inmortal. [23]
Páginas Citadas y comentarios del autor
1. http://enciclopediadominicana.org/A%C3%ADda_Cartagena_Portalat%C3%ADn
2. Figuereo Rosado Marcial.
3. http://letramuertaed.com/cartagena/
4. Figuereo Rosado Marcial.
5. Ídem Figuereo Rosado Marcial
6. https://latinartmuseum.com/artists/aida-cartagena-portalatin/
7. Figuereo Rosado Marcial.
8. https://acento.com.do/2015/cultura/8288565-ylonka-nacidit-perdomo-aida-cartagena-portalatin-la-voz-desatada/
9. Figuereo Rosado Marcial.
10. https://acento.com.do/2015/cultura/8288565-ylonka-nacidit-perdomo-aida-cartagena-portalatin-la-voz-desatada/
11. Figuereo Rosado Marcial.
12. file:///C:/Users/Usuario/Downloads/7063-25978-1-SM.pdf
13. Figuereo Rosado Marcial.
14. Ídem Figuereo Rosado Marcial
15. Figuereo Rosado Marcial.
16. http://www.antoniomiranda.com.br/Iberoamerica/rep_dominicana/aida_cartagena_portalatin.html
17. Figuereo Rosado Marcial.
18. http://www.antoniomiranda.com.br/Iberoamerica/rep_dominicana/aida_cartagena_portalatin.html
19. Figuereo Rosado Marcial.
20. https://www.ecured.cu/Aida_Cartagena_Portalat%C3%ADn#Trayectoria
22. Figuereo Rosado Marcial.
23. Figuereo Rosado Marcial.
Fuentes
consultadas
Enlaces
[1] http://enciclopediadominicana.org/A%C3%ADda_Cartagena_Portalat%C3%ADn
[17] Figuereo Rosado Marcial.
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